¡Perla del mar! ¡Estrella de Occi… ¡Hermosa Cuba! Tu brillante cielo la noche cubre con su opaco velo como cubre el dolor mi triste fren… ¡Voy a partir!... La chusma dilig…

¡Arbol que amé! te reconozco: en v… el ábrego inclemente, el bóreas ro… con empeño tirano contra tu pompa y majestad conspir… y en torno hacinan de tu mustio tr…

Parece, brilla, pasa la hermosura, Cual flor que nace y muere en la m… Sombra es el mando, sueño la ventu… Humo y escoria la grandeza humana: Las moles de arrogante arquitectur…

Suspende, mi caro amigo, tus pasos por un instante: no está la ermita distante, y apenas las cinco son. Ven a admirar —bajo el toldo

Se comprenden en él iras, rencores… Si ha sido autor, incitador, causa… Si ha herido, golpeado, maltratado… Si, aunque no haya resultado muert… Si ha deseado o se ha gozado en gu…

No encuentro paz, ni me conceden g… de fuego devorado tengo frío, abrazo al mundo y quédome vacío, me lanzo al cielo y préndeme la ti… Ni libre soy, ni la prisión me enc…

Hija del aire, nívea mariposa, que de luz y perfume te embriagas y del jardín al amaranto vagas, como del lirio a la encendida rosa… Tú que te meces cándida y dichosa

¡Del huracán espíritu potente, rudo como la pena que me agita! ¡Ven, con el tuyo mi furor excita! ¡Ven con tu aliento a enardecer mi… ¡Que zumbe el rayo y con fragor re…

No son de Otoño los postreros día… Cuando del árbol amarillas hojas Con leve ruido desprendidas caen Para alfombrar la tierra ya desnud… No luce un sol que se despide tris…

¡Oh tú, del alto cielo, Precioso don al hombre concedido! ¡Tú, de mis penas íntimo consuelo, De mis placeres manantial querido! ¡Alma del orbe, ardiente Poesía,

¡Reina en el cielo, Sol! reina e… Con tu almo fuego mi cansado pecho… Sin luz, sin brío, comprimido, est… Un rayo anhela de tu ardiente llam… A tu influjo feliz brote la grama,

Es grata al caminante en noche frí… La alegre llama del hogar caliente… Grata al que corre bajo el sol ard… La fresca sombra de arboleda umbrí… Grato, como dulcísima armonía,