Augusto Monterroso

La tortuga y Aquiles

Por fin, según el cable, la semana pasada la tortuga llegó a la meta.
 
En rueda de prensa declaró modestamente que siempre temió perder, pues su contrincante le pisó todo el tiempo los talones.
 
En efecto, una diezmiltrillonésima de segundo después, como una flecha y maldiciendo a Zenón de Elea, llegó Aquiles.
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