..... Dentro de lo que uno sabe, ningún poeta ha publicado un texto en prosa y en detalle acerca de las relaciones entre Inconsciente y Poesía, utilizando aquel término acuñado para nuestro tiempo hace más de cien años por Freud, y escudriñado por las generaciones que los suceden. En cambio hay poetas desde hace milenios, que hablando del misterio o secreto o lo inefable de la poesía, ilustraron esas necesarias relaciones, usando otras palabras que Inconsciente.
..... Es error del mismo Freud decir: “si les preguntamos a los propios poetas no nos dan explicación sobre la materia, o al menos ninguna explicación satisfactoria”. (la relación del poeta con el soñar despierto. 1908).
..... En nuestra cultura, desde el Ion del pseudo Platón hasta el presente, se han dado explicaciones –tal vez insatisfactorias para los no-poetas– que dan cuenta de un “algo” que va más allá de la conciencia y la razón, pero motiva la poesía.
..... La sola palabra inspiración o musa o duende que induce a escribir alta poesía desde las profundidades, se refiere a ello o Ello. “De profundis clamavi” ...la inspiración viene de lo profundo de la psique.
..... El Ion del siglo V a. de C. dice: “Todos los poetas épicos, de los buenos poetas hablo. Producen sus hermosísimos poemas no como efecto de un arte que poseen, sino por ser ellos mismos inspirados o poseídos por un dios. Y otro tanto les ocurre a los buenos poetas líricos (...) –los poetas no disfrutan del pleno dominio de su razón cuando componen sus hermosísimos versos (...) –porque cosa alada, ligera, sagrada, es ser poeta; y ninguno está en disposición de crear antes de haber sido inspirado por un dios, de estar fuera de sí y de no contar ya con su razón, pues mientras conserve esta facultad todo ser humano es incapaz de poetizar y proferir oráculos (...) No son ellos (-los poetas y profetas-) quienes dicen cosas tan maravillosas –ya que están fuera de su razón– sino la divinidad misma que habla por su mediación para hacerse oír de nosotros”.
..... Y Sócrates incluso pontifica al rapsoda, aquel que sabe recitar los poemas y comentarios: “no debes al arte, sino a un divino privilegio, tu habilidad para alabar al gran poeta”. (Pues sólo quien posee el divino privilegio de compartir la no-razón del poeta está en condiciones de apoderarse del poema y hacer lo que hoy en día se llama su “crítica” literaria y analítica).
..... Saltémonos más de dos milenios, informados de que en ese lapso, de una manera u otra, se preceptúo, a veces en verso, acerca de tal secreto misterioso de poemas y poetas verdaderos.
..... En los últimos doscientos años, junto a franceses, alemanes e italianos y de otras lenguas, los ingleses han razonado acerca de lo irrazonable de la poesía, diciendo por ejemplo que ella es la expresión de la imaginación, y que la razón es a ésta como el cuerpo al espíritu, como la sombra a la sustancia, llamando imaginación lo que Sócrates atribuía a un dios: “Un poeta participa en lo eterno, lo infinito y lo uno. (...) La poesía es en efecto algo divino. (...) No es como razonar”. Así describe Shelley en A Defence of Poetry (1821), después de leer –por lo demás– el Ion, como aparece de su carta de ese año a su amigo Peacock, con cuyo libro The four ages of poetry (1820) disentía. Porque el asunto ¿qué es la poesía? muy a menudo ha sido objeto de polémicas entre poetas como entre rapsodas, y casi siempre a propósito de lo que en ella excede la razón raciocinante. Citando a Milton, agrega Shelley que según aquél la musa le ha “dictado la canción no premeditada”; y recuerda a Tasso: “no merecen el nombre de creador sino Dios y el poeta”. Y va más allá del Ion: “La poesía, como ha sido dicho, difiere en este aspecto de la lógica, en que no está sujeta al control de los poderes activos de la mente, y en que su origen y recurrencia no tienen conexión necesaria con la conciencia o la voluntad”. (El énfasis de conciencia es de AU). O sea. ¿la poesía de donde viene? Un dios, algo divino, la imaginación creadora, lo irracional, lo que está más allá de la lógica y la conciencia. ¿Cómo se llama hoy a esto último?
..... También a principios del siglo XIX, el gran poeta inglés Coleridge explicó en prosa el sentido de su poema inconcluso Kublai Khan, como palabras provenientes inmediata y directamente de un sueño, dejándolas con puntos suspensivos cuando esas voces del sueño cesaron para él. Coleridge distinguió asimismo la imaginación creadora de la fantasía que combina factores de realidad de otra manera a como se dan en la realidad.
..... Por su parte, Poe en sus Marginalia acerca de la literatura, después de señalar que “yo no he tenido jamás un pensamiento que no haya podido expresar en palabras”, matiza la palabra “pensamiento” así: "Hay sin embargo una clase de imaginaciones (fantasías-fancies) de una exquisita delicadeza que no son en absoluto pensamientos (...) pero la idea comúnmente adscrita a ese término (-fancies) no es ni siquiera groseramente aplicable a las sombras de sombras de las que se trata. Ellas son más bien psíquicas que intelectuales. Ellas se producen en el alma (...) solamente en esos puntos de la duración en que los confines del mundo de la vigilia se funden con aquellos del mundo de los sueños. (...) Permítaseme llamar ahora a esas “fancies”, impresiones psíquicas (...). Ahora bien, mi fe en el poder de las palabras es tan entera que algunos días he creído posible darles cuerpo, hasta la evanescencia, a esas intuiciones que trato de describir".
... Valéry, que tradujo y comentó estos textos, anota (Commerce, invierno de 1927): "Poe afirma que al encontrarse en ese punto crítico donde la conciencia goza de las ventajas combinadas de la vigilia y el sueño, él obtiene percepciones (-apercus) de un mundo tercero cuyo número de “dimensiones” sensoriales es extraordinariamente más grande que el de nuestro dominio normal. Y al contrastar la “conciencia normal” a lo que no lo es, reconoce aquello que no es normalmente consciente. Ello supone lo “inconsciente”.
..... Lo dicho es, o debería ser, lugar común. ¡Cuántos autores, con matices diversos, lo han sostenido! Los siglos XIX y XX, los más cercanos, acumulando textos dan prueba de ello. Quienes han sido los más sutiles en el XX como poetas y críticos, Eliot en sus ensayos, Pound en cartas, ensayos y libros, detallan con agudeza e ingenio estas visiones y lo que significan. Por ejemplo Eliot: “Induce a error, por cierto, el hablar del material (-en la poesía) como lo que crea o impone su propia forma: ocurre que hay un desarrollo simultáneo de forma y material; porque la forma afecta al material en cada etapa”. Y entiende por material “el desconocido, oscuro material psíquico –podríamos decir pulpo (-octopus) o ángel con el que lucha el poeta”.
..... Para cerrar estos recuerdos someros, nombremos a tres poetas del último siglo en otras lenguas que el inglés.
..... Valéry, pese a toda su exigencia de racionalidad en el verso (en sentido similar al de Goethe), admite, como se ha visto, que la poesía contiene algo más: “Una obra está hecha por una multitud de ”espíritus" y acontecimientos –(ancestros, estados, azares, escritores, etc)– bajo la dirección del Autor". (Citas de “Littérature” en la revista Commerce, verano de 1929).
..... “La inteligencia elimina lo que el dios ha creado imprudentemente. Es necesario entonces admitirla en parte (-liu faire une part) so pena de producir mostruos”. Con esta máxima, Valéry reconoce a la inteligencia una parte del poema, y el resto al dios... Más interesante aún es su texto en líneas quebradas:
“En el poeta:
La oreja habla,
La boca escucha;
Es la inteligencia, la vigilia, que hace nacer y sueña;
Es el sueño el que ve claro;
Es la imagen y el fantasma (-phantasme) que miran,
Es la carencia y la laguna que crean”.
..... Con lo cual reconoce más figuración a lo que no es la inteligencia racional, la que por otra parte asume una función inconsciente, la de soñar (¿la vigilia ambigua del “soñar despierto” freudiano?).
..... Rilke, en sus “Cartas a un joven poeta”, trata de una “necesidad” que se impone al poeta involuntariamente y que nace de las raíces de la planta de los pies. Esta última metáfora es usada también por Gracía Lorca en su conferencia Teoría y juego del Duende, donde tal Duende inspirador (superior a la Musa y al Ángel) coge al artista desde la misma planta de los pies.
..... La conclusión es que en la poesía hay algo distinto a la conciencia, y que la supera sin eliminarla del todo.
..... A lo que se agrega que esto lo han sostenido desde antiguo poetas y rapsodas; y no es opinión reciente como Freud mismo (pese a la cita inicial) lo reconoce en muchos ensayos en relación a Sófocles, Shakespeare y numerosos otros poetas. Freud llegó a confesar que él se sentía inferior al artista, que lograba, con menos esfuerzos, las mismas verdades que el psicoanalista.
..... De lo cual deducimos que en los buenos poetas y su poesía verdadera hay grados máximos de no conciencia.
..... Cuando Freud ideó la importancia del Inconsciente habló también de su situación óptima, la de contigüidad con la conciencia, y los medios que relacionan a ambos.
..... La verídica poesía es uno de los medios privilegiados entre el inconsciente del poeta y ese objeto escrito y oral que es el poema, el cual pasa a producirse en la realidad externa y es una de las expresiones del inconsciente. Esta es la tesis.
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..... Mencionando ahora algunas peculiaridades de buena cantidad de poemas escritos y publicados desde Un coup de dés jamais n´abolira le hasard de Mallarmé, o sea en más de un siglo, observaremos que la disposición gráfica irregular de los versos en el espacio de la página no obedece, cuando el poeta es serio (y debe serlo aun cuando escribe con humor o ironía o sarcasmo burlescos, y sobre todo en la sátira, porque en esto seriedad supone sinceridad auténtica en la buena poesía), a capricho o cálculo racional o estético solamente. Puede responder a necesidades que exceden la conciencia. Igual cosa en la elección de figuras gráficas e ilustraciones que no son palabras ni letras, circundando o contiguas al poema.
..... Ello se da con más certidumbre aun en las ambigüedades verbales que en realidad son distintivas de una parte considerable de la poesía. Y cabe deducir lo mismo anterior en cuanto a su causa y significado. (Cfr. Seven types of ambiguity de William Empson).
..... Lo mismo cabe cuando hay ausencia de puntuación o alteración de ella tal como está prescrita para la lengua. Ello –como está dicho– se ha extendido en el siglo XX, y obedece, entre otras causas que no están en la conciencia necesariamente, al interés en los poetas de aumentar las ambigüedades y facilitar el libre curso y flujo de las palabras y frases, aunque no se trate siempre de escritura automática.
..... A este propósito, y por completar el exámen de las experiencias contemporáneas, es el caso referir los experimentos de poetas individuales y en grupos, para trazar textos en que las letras y signos van aislados o componiendo fonemas (por más que a veces son impronunciables), los cuales integran palabras o frases que no existen en el idioma. Parece que el fin mismo de estos experimentos ha sido elaborar un modo verbal con el objeto directo de azuzar lo inconsciente. En realidad se trata de intenciones abortadas, salvo en casos célebres como el de Lewis Carroll en el siglo XIX con sus Alicias, etc. (por ejemplo el Jabberwocky), en algunos textos presumiblemente de Charles Chaplin, y en pocos más. (Cfr. Las jitánforas, de Alfonso Reyes). Sólo por excepción estos experimentos tienen valor poético.
..... Y yendo aún más lejos: las erratas, lapsus y equívocos flagrantes de autor, conservados en los poemas, corresponden con evidencia a un respeto en serio por lo que en ellos hay de inconsciente; sea a instancias de obras de Freud al respecto, o pura opción del autor.
..... Ha habido poeta en nuestra época que ha osado sostener que todo poema es un lapsus; que no hay poema verdadero sin contener lapsus; y que todo poema supone e impone malentendidos...
Después de la conferencia de Armando Uribe sobre "El Fantasma Pinochet" en los Estados Generales del Psicoanálisis en París, julio 2000, el presidente de esta asamblea René Major y la psicoanalista Elizabeth Roudinesco sugirieron al poeta chileno que abordara el asunto Poesía e Inconsciente.
Uribe lo hizo, en un estudio de 35 páginas que tituló "El secreto de la Poesía". He aquí el fragmento inicial de este trabajo, publicado en Rocinante de abril de 2001, en el que ya se expone a grandes rasgos lo fundamental de su tesis.