Un poema que nos invita a reflexionar sobre el consumo y el cambio climático.
Fuego natural, Oh danza de neblina, vibras, das color. Y has nacido, en un ambiente helado,
Recostados en la almohada quisiera mirarte de frente tanto por escuchar ¿Has vivido? ¿Has sido feliz?
Buscando imaginación, te encontré dinamismo. Tú ya existías, en aquello que guardo como lo más… Te das en cenit,
Un girasol, inmune ante el astro. Así el sueño. Comienza. Voces que invitan, como garras de águila
Juntos, porvenir, fuimos; aferrada a tus alas, viento, que al compás etéreo del fuego, se desvanecían en mis manos. Recuerdos de un futuro intenso,
He sabido de almas hermosas, gracias a ti. Deja te cuento que por casualidad, un día que a mi corazón lo visitab… mi reflejo vi en un cristal,
Sal de mi, la incomprención no me permitió el… Sal de mi, la añoranza donde habitaste lo per… Sabor a sal, dejaste.
Como un vitral que muere, así transcurre. Maravilloso momento es, tú llegada. Te busco y busco,
No había nada de malo en la música que yo escuchaba. Recuerdo me diste un CD, y me dijiste:– Ten, para que tengamos de qué hablar– Claro, a ti que te iba a importar mi mundo introspecti...
Curiosidad desmedida, transparentes tus ideales tu existencia es testigo, de la singularidad en la vida. Quiero que siempre
Encauzada en un recuerdo, nombro tu ausencia, en el pectoral de esta tarde, como oxidada, como de sombras,
Instante, las hojas permutan, en refinada variación. Presente, en tibio sosiegan, en suave aflicción. Llegas, lluvia!
Me he vuelto amiga del destino, y hasta la suerte, convive con mis presagios. ¿Te veré alguna vez? Una estrella de suscesos lo proyec…
Tiempo líquido, pasas, y con ello cambias las alas del infortunio. Llegas,