MORIR DE AMOR
Con la piel inmaculada en esta mañana sonrosada,
construyo mundos de amor etéreo sobre mi almohada
son delirios, que se entrelazan perennes sobre la nada
adueñándose de mis ojos y lastimándome el alma
Te fuiste aquella tarde, colmado de mi gracia y ternura
enmudeciendo mi mundo, que fue en añicos devastado
y en un collar de perlas mi corazón triste y amargado
se convirtió en el escapulario que te dio sepultura
Cuántas noches de recuerdos inmortales he entrelazado
en la soledad que hoy crece como enredadera en mi mesa;
es la soledad, que emite voces de tu ansiada presencia
y que lo baña todo; como polvo añil enamorado
Te busco, tras la faz de mi ventana en el canto del mirlo
en las nubes espesas del gris y callado firmamento
tus ojos se van deshaciendo, aumentando mi abatimiento
que solloza atado al pensar, que ya no tengo tu cariño
Fueron tantos los años que vivimos, que hoy sólo son agua
que ahoga flores del jardín enmudeciendo mis sentidos,
conduciéndome a un abismo, de sueños tristes perdidos
y que rezan por ti amor, en lo frío y profundo de mi alma
¡Dios, arráncame la vida!, te lo pido con fiel clemencia
es su amor, lo que llena las ásperas alas de mi vida
déjame ir con él, seré sierva del cielo y acomedida
no me arrimes a las llamas del dolor, de esta hiel existencia
Si hoy he de morir señor, quiero que me enseñes el camino
permíteme amortiguar las velas de mis ojos, que esperan
terminar los infiernos de dolor que de mí se apoderan
al no sentir en mis labios fríos, el fuego de su amor
© Copyright Araceli García.
