una carta al desamor
Te extraño tanto, no tienes idea cuanto. Yo no sé cómo seguir sin ti, muchas veces, y en mis raros momentos de claridad, quisiera volver a la oscuridad de no tenerte solo para esperar el fantasma del hombre que fuíste en mi vida.
Me acuerdo del día que te conocí, me acuerdo de tan poco. No me acuerdo de mucho, no me acuerdo de casi nada, casi siempre; no obstante, intente olvidarte y se me hace imposible. No quiero olvidarte. Me duele el olvido. Me duele el pasado, me duele que ya no existe. Me duele el dolor interminable de todas las horas que pasan y tú estás afuera, tan lejos. Me duele tan al fondo que à veces me quiero sacar los órganos porque ya no me cabe tanto anhelo.
Extraño tu voz, tus palabras, tu compañía. Extraño la alegría de compartir la vida contigo. Me destroza seguir sin ti, y todavía hay mucho por vivir. Me gustaría tener una luz, un guía, un camino, si no puedo tenerte a ti. La vida es tan larga y tan corta. Es todo y a la vez, nada. Yo elijo el significado que puedo dar a mi existencia, y lo más bonito dentre tantos otros eres tú.
Me gusta jugar con las letras del alfabeto en mi mente y escribir tu nombre. Me gustan las mujeres con quien has estado. Me gustan las calles por dónde has andado y todos los tragos que has tomado, incluso los que te pusieron mal. De todo lo que me has enseñado, jamás voy a saber cómo dejar de amarte. Te amo tanto.
I’m sorry.
