recuerdo no poder pensar
las palabras se esfumaban en mi mente
tus susurros eran como veneno en mis venas
tus manos recorrían mi cuerpo aunque llorara
supongo que un niño no podía hacer mucho
no te importó romperme
esa sonrisa falsa que dabas
para luego encerrarme contigo
y matarme cada jueves por la tarde
me dejabas en la cama totalmente muerto
aun así mi cuerpo respiraba sin mi en el
totalmente poseído por el asco que vendría
quizá cada jueves morí un poco
hasta que quedo este fantasma sin alma
atrapado en un contenedor roto