Me falta una palabra, una palabra sólo. Un niño pide pan; yo pido menos. Una palabra dadme, una sencilla palabra que haga juego

Aquello. No eso. Ni —mucho menos—esto. Aquello.

Una revolución. Luego una guerra. En aquellos dos años —que eran la quinta parte de toda mi vida—, ya había experimentado sensaciones…

Yo sé que existo porque tú me imaginas. Soy alto porque tú me crees alto, y limpio porque tú me miras con buenos ojos,

Mientras tú existas, mientras mi mirada te busque más allá de las colinas, mientras nada me llene el corazón,

Yo lo noto: cómo me voy volviendo menos cierto, confuso, disolviéndome en aire cotidiano, burdo jirón de mí, deshilachado

Cuando el hombre se extinga, cuando la estirpe humana al fin se… todo lo que ha creado comenzará a agitarse, a ser de nuevo,

Ninguna era tan bella como tú durante aquel fugaz momento en que… mi vida entera.

Milagro de la luz: la sombra nace, choca en silencio contra las monta… se desploma sin peso sobre el suel… desevelando a las hierbas delicada… Los eucaliptos dejan en la tierra

Aquí paz, y después gloria. Aquí, a orillas de Francia, en donde Cataluña no muere todavía

Son las gaviotas, amor. Las lentas, altas gaviotas. Mar de invierno. El agua gris mancha de frío las rocas. Tus piernas, tus dulces piernas,

Te llaman porvenir porque no vienes nunca. Te llaman: porvenir, y esperan que tú llegues como un animal manso

Todo lo consumado en el amor no será nunca gesta de gusanos. Los despojos del mar roen apenas los ojos que jamás —porque te vieron—,

Durante muchos siglos la costumbre fue ésta: aleccionar al hombre con historias a cargo de animales de voz docta, de solemne ademán o astutas tretas…

Ayer fue miércoles toda la mañana. Por la tarde cambió: se puso casi lunes, la tristeza invadió los corazones y hubo un claro