quinta avenida
Los infernales rascacielos
hacen que la sombra
devengada sea breve,
el infinito rompe al sol
y solo deja espacio
para el rayo desesperado
que se multiplica en cien
por las gemas y diamantes
de sus comercios.
Es el progreso, es el new look
lo que impera en esta calle.
El general negro te espera
en la puerta de cualquier
edificio que se preste
mostrandote su sonrisa blanca.
El circo del dinero
tiene su imperio
en esta calle.
La ropa barata también habita
en esta avenida de desfiles
mientras los nuevos ricos
muerden las esquinas
para enseñarnos sus trofeos.
Es la esencia del capitalismo
que le reza a su Dios
en la Catedral de San Patricio.
A mitad del día
en plena calle
un limpiabotas
cuenta sus centavos
sin miedo a que le roben.
