Empecé a extrañarte. No solo hoy, lo hago todos los días, pero hoy... Hoy recordé tu cariño...
Tal vez sea el cielo nocturno que me hace pensar en tus ojos, o la brillantez de las estrellas que me recuerdan lo alegre de aquellos días.
Esas horas, minutos y momentos no volverán, lo sé... Pero eso hiere menos que no decirte lo mucho que te amo y escucharte decir, entre risas, que también me amas ¿Qué se necesita para callar mis ansias de tenernos?
Hoy extraño los silencios, las risas, los disgustos, los buenos ratos.
Recordé aquel primer día y mis lágrimas recorren hasta mi boca que grita: ¡Escucha los susurros de un corazón que anhela ser tuyo nuevamente!
Hoy la lógica perdió... Hoy mi corazón habló con sinceridad, aunque no lo hayas escuchado.