Es un juego que amenaza con nunca acabar,
un crimen de odio contra la voluntad,
Solo me escondo tras sonrisas que no terminan de encajar –una sociedad que te exprime hasta no poder más–
Burbujas que encapsulan la mente,
con reminiscencias que azotan de frente
¿Cuál es la lógica de existir si hay restricciones?
No reconozco una identidad,
se difumina entre densos bosques, colinas que se alzan, y luego mares profundos que arrastran.
Un día a la vez dirán,
Pero hay días que pesan los años que llevamos caminando.