Los amores de verano están bien, pero, ¿te has enamorado de alguien en invierno alguna vez? Cuando la temperatura baja y llueve a diario. Esa época del año donde es tan difícil mantener los cuerpos calientes y saciados, porque siempre se tiene hambre.
Encontré un amor.
Un par de brazos que con su calor inminente cubrían mi alma fría, unas manos que entibiaban mi corazón y un cuerpo que me sirvió de hogar hasta llegar la primavera. A pesar de la tibieza que emanaba, era de palabras rudas y mirada intimidante, con tal profundidad que al pararte de puntitas en el borde, hacia dentro; podías ver a un niño tierno. Dicho amor siendo aire y yo fuego, me encendía cual incendio, saciándome como si nunca le hubiera hecho falta pan al vagabundo.
Ambos fuimos opuestos, ¿qué más se espera de un amor que encontrás en invierno? Donde todo es seco y frío y duele y querés que no dure, pero dura y tarda.