ESPERANDO A SU AMADO
Rimas en clave de Haiku compuesto por tercerillos de 17 silabas
Yo soy tú y tú eres yo Nunca pedir perdón Conlleva amar sin límites Con Alma y corazón ¡Eso es sentir amor!
Como Relámpago En noche De tormenta Iluminando
Fue la noche del verano, más calur… Entrando por la ventana, ligera br… me despierta olor, a sal marina, s… pienso que así pasó, aun estando,… ¡Los ojos observan, mi posición gr…
Cuando en el mundo se acabe la mal… Cuando entre hermanos se dejen de… Cuando el sauce alcance su puberta… Y de su raíz se pueda separar ¡Tan solo entonces dejaré de soñar…
Quedó sin visión, los ojos del alm… y el corazón, agotó su latido; todo lo que le rodea, está en calm… y solo al lobo, se le oye el aulli… por momentos, su cuerpo se desalma
Entre dos corazones Que se aman La distancia es el velo Que los pensamientos Rasgan a su vuelo
Nubes me arropan flotando Y sigo mirando el Cielo Sin tener ningún consuelo El dolor me esta matando Con lo que me está pasando
Son árboles desnudos que con sus hojas, crean en la tie… bellos tapices mudos ¡Siempre ganan, al verano, la guer… Ya en la playa, el “botellón” no s…
*** ¡Es poder del caballero el dinero! Dicen, que no hace la felicidad, pero solo habla de él, sin ser sin… el que no ve la triste realidad.
Es por la noche cuando el Dios Morfeo, abriéndome sus br… deja verla, y soñando nos damos, miles de besos y abrazo… ¡Despierto hecho pedazos–
Es cierto que cuando nacemos, No tenemos nada que aprender o, Más cierto que al nacer, Solo se aprende lo que vemos; De otras culturas leemos
El codo sobre la mesa. La pequeña pantalla Frente a mí. El pulgar sobre la sien. El índice, medio y anular,
Y me quedé a oscuras Con el eco de la nada Y mis lágrimas brotaron Humedeciendo mis ojos Fue tan triste el despertar
Vacíos quedaron mis sentidos Al asumirlo por primera vez. Campanas de finísimo cristal Sonaron después en mis oídos. ¡Extraña sacudida emocional!
¡Burbujas en los vientos! Que al impacto, de nobles sentimie… van tejiendo esos velos, en los que anidar, ingentes anhelo… ¡Son vientos que trasportan!