DORMITABAS
Y SÓLO REPETIÍAS MI NOMBRE
Dormitabas y solo repetías mi nombre;
como cántico de Ángeles llegó hasta mí
y, recordando tu entrega cando yo te lo pedí,
el eco de tu voz, transportado en la distancia,
perturbó mi calma haciéndome sentir
la esencia de tu alma.