Aún es hoy y se cuenta la historia
De aquello que pasó en el siglo aquel
La doncella se mató y también el
De formas y manera muy notoria.
Sobre la blanca losa mortuoria
Reposaba su amada y al pronto fiel
Una pócima amarga cual la hiel
Se la bebió sin darse moratoria.
Más no siendo realidad su muerte
Que solo su dama dormida estuvo,
Al despertar y verse con tal suerte
Fuertes gritos y llanto no retuvo,
Y al pronto, la daga que en manos tuvo,
Sangró el corazón quedándose inerte.
Si lo que se cuenta fuese lo cierto
Y si por amarse los dos murieron
¿Tu qué harías si me vieras muerto?
¿Llegarías tú a lo que ellos hicieron?
Yo si acaso te viera a ti asiento
Que todo el pueblo diría que vieron
La misma historia tan triste y bella
Como en aquel siglo lo fue aquella.