Por tu cara rebonita te he comparao mi amó a la primera estreyita que sale ar ponerse er só Tienes unos dientes

Ni er clavé más primorozo, ni la roza más galana tienen tayo mas garbozo que tu carita zerrana

Tersa, alegre, blanca y fina… en apariencia es igual la nieve a la sal marina. Dime tú, Nieves divina, si eres nieve o eres sal.

Quiero y no quiero decir, y estoy sin decir diciendo quiero y no quiero querer, y estoy sin querer queriendo

La que quiera como yo, sepa que yo le deseo un novio de lo mejó: torpe o listo, guapo o feo, ¡pero sangre gorda no!

Tengo unas calabazas puestas al humo; ar primero que pase se las emplumo.

Grande pena es la de un ciego que no ve por donde va, pero mayor es la mía, que no sé tu voluntá.

Era un jardín sonriente; era una tranquila fuente de cristal; era, a su borde asomada, una rosa inmaculada

La acción, en Andalucía Sevilla, calle Alminar. Salita fresca y sombría; menaje de buen pasar; hora, la del mediodía.

Guadalquivir El que se ensancha entre olivos y… Cruza pueblos de hechizo y de poes… Y al mar corre a rendirle sus cris…

No pases más por mi casa, que la gente es muy chismosa; yo no paso por la tuya, y estoy allí a todas horas.

¡Detente aquí, viajero! En estas… nace el que es y será rey de los r… entre pinos gigantes y bravíos, que arrullan su nacer y ásperas br… El reflejo otro tiempo las enseñas…

No sé como no florecen las tejas de tu tejao, estando tú ebajo de eyas, primaverita de Mayo

Dos vereítas iguales: ¡cuár de las dos cogeré! si cojo la de mi gusto mi perdisión ha de sé