Alma Mojica

El Camino que Elegimos

Reflexión sobre la Vida, la Fe y la Sabiduría.

Si las aflicciones del día a día me alcanzaran, me dejarían agotada para ver las bendiciones que Dios me otorga.
Si los problemas nublaran mi mente, ya no tendría espacio para escuchar su voz.
Si la queja llenara mi boca, ya no habría palabras para el agradecimiento.

El poder ha sido otorgado por Dios, pero la capacidad de elegir qué dejamos entrar en nuestra vida siempre ha sido nuestra.

Dios no nos promete tener una vida fácil si hacemos las cosas bien, pero sí nos promete eternidad y gozo.
Dios no nos promete salir de las dificultades, nos promete acompañarnos y guiarnos.
Dios no nos promete resolvernos la vida, nos promete sabiduría, y depende de nosotros cómo emplearla.

El día a día trae sus propias preocupaciones; sin embargo, Dios nos da la oportunidad de reinventarnos cada día. Si me preocupo por lo malo que pueda suceder, dejo poco espacio para la fe. Si me enfado por lo que me hicieron, dejo poca energía para hacer el bien. Si dedico mi tiempo a malas relaciones, tengo poco tiempo para encontrar y nutrir las que me hacen crecer. Si pienso negativamente, hago mucho ruido para no escuchar la palabra de Dios. Si me lleno de orgullo, me convierto en un necio frente a la verdad y la sabiduría.

Nunca se ha tratado de tener una vida fácil, siempre se ha tratado del camino que elegimos. Ahí está Dios.

—Alma Mojica

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