1985. De mi libro "Nostalgia del futuro (y otros poemas)".
Ya se fueron las aves a su nido me… ya el ensayo nocturno se refleja e… ya deambulan figuras cada vez más… Los amantes se buscan para hacer e… Imposible evitar que la noche se e…
Estás, aunque tu ausencia me lo ni… fresca a mi vista y frágil a mi ta… engaño de visión y de contacto vana es mi realidad, pura mi entre… Peco de insensatez, palabra y acto…
Voy a formar tu cuerpo con arcilla para colmar el hueco de tu ausenci… mis manos aún retinen la experienc… de moldearte a caricias. Tan senci… resultará esta empresa en que se h…
Noche, silencio, derredor oscuro única luz, pequeño sol, candela cómplice luminosa se desvela junto al que escribe absorto, sin… Es nocturna deshora y un conjuro
Evoluciona el tiempo su camino, —torbellino sediento de cinéticas formas y hasta de circunstancias–.
En la hora vacía se alejan mis recuerdos y una noche infantil queda al abrigo. Su escasa hora de vida
Las horas imprecisas se bifurcan más lejos, mis pasos indecisos no saben donde van. A veces son las tardes
Como lo hiciera Diógenes que fue… con su linterna en mano, vagando p… así un día me marché buscando sin… a alguien de los que llaman como L… Lo encontré, no sin muchas frustra…
Transcurren las horas y es que no… y mi persistente memoria te evoca: Tu cuerpo inocente, tus manos, tu… Ya no volveremos a vernos jamás. Toda nuestra dicha es ayer, quedó…
Muy lejos en el fondo del desamparo, miré un vientre redondo y un cuerpo claro. Tan sólo de veinte años
Tu nombre, cada sílaba es motivo de una dicha recóndita, murmullo que te invoca en secreto, como arr… lo profiero en un grito pensativo. Oculta te prefieres, no lo escribo…
Maduras para el ser y para el alma y tu boca es amor que desespera, el beso de tu voz es llama entera que aguarda una palabra (pero calm… Dejemos este canto entre la prisa,
Desperté, y vi que estaba muerto, las paredes inmensas guardaban mi silencio, mi cuerpo estaba yerto
Haz que vuelva Señor a tu convivi… que del amor a Ti nos hace hermano… hazla sana mi Dios entre los sanos ella es buena Señor, mándale alivi… Que mi plegaria a Ti le mande el…
Voz que era mía tan melodiosa tan sensual apenas, murmullo descarado que no gusté como debiera; que sublimado, aire al fin,