El Arte Del Escándalo
Cuando yo sea importante, ya verás,
seré el poeta del siglo, el rey de las masas.
Me buscarán en las madrugadas, con un café en la mano,
y yo, con una sonrisa torcida, les diré: “Soy más de lo que imaginan, hermano.”
Me entrevistan en programas donde todo es farándula,
y hablarán de mis amores, esos que olvidé en la penumbra.
“¡El poeta de las pasiones, el genio del deseo!”
y yo, con aire de sabio, les diré que todo fue un juego.
Las cámaras seguirán mis pasos por los bares,
y mis libros, con su tinta barata, serán los más vendidos en todas partes.
De mi último bestseller hablarán como si fuera el paraíso,
y yo, como buen sabio borracho, me reiré del hechizo.
Pero, ¡oh! las páginas amarillentas no olvidan,
un hijo no reconocido, y la prensa se desborda de vida.
“¿Será cierto?”, preguntarán, como si lo supieran todo,
pero yo seguiré escribiendo, aunque me miren como un loco excéntrico.
Seré el amante de las musas, el héroe de la bohemia,
un poeta de garbo, sin vergüenza ni diadema.
Que si me perdí en sus camas o me hundí en la melancolía,
al final, mis libros serán la excusa, y me perdonarán la ironía.
Porque al final, no importan mis líos de faldas,
ni que a veces mi alma se arrodille ante las maldades.
Seré famoso por lo que invento, por lo que sueño,
y todos, incluso los escándalos, me verán como un genio,
y se me perdonarán hasta esos desatinos
