El reino mineral, vítreo, derrama
su doblado país, cúbico apenas,
y eslabonando peces y, azucenas
boga el reloj, el pétalo y la escama.
La luna, deshojándose, embalsama
raíces de balizas y cadenas.
Calafatean lagartos y sirenas.
Zarpa el trino al socaire de la rama.
Se abre de par en par al embeleso
el agua sosegada entre las flores,
con goznes de suspiros y amapolas.
Dulce molusco, al aire se abre el beso
y derrumban los peces voladores
sus castillos de escamas en las olas.