Rehoga el mar con sal napolitana
sus algas, a la luz de las farolas.
Flores de plato a plato, barcarolas,
tenores entre el queso y la manzana.
La lumbre, en los peroles, vesubiana...
Blanco mantel, blanquísimas las yolas,
y el pinche, doctorado en cacerolas,
grumete de la noche a la mañana.
Marinos tripulando freidurías,
marmitones, violines, bacanales,
cocheros ya dormidos en sus coches...
Limones, aguaduchos y tranvías...
Su digestión de lunas y corales
Nápoles hace así todas las noches.