Mi querida maestra: Eras una y única nuestra, latía en nuestro corazón, la fe de volverte a ver, sin nosotras poder saber,

La rana duerme, tranquilidad nerviosa. ¡Puede saltar!

Nueva vida latía en su interior. Su juventud extrema, arropaba su vientre

Tu mirada sincera y penetrante manifiesta tu indómito carácter, eres fiel y obstinado escudriñante… hermoso y suave cual resbaloso hám… Te regocijas ante cualquier mimo,

Amiga mía, desde la bella Atenas, siempre "cercana" Os envío estos versos y os digo: ¡mil gracias!

Esa codicia... hace que cualquier reto sea pequeño.

¡Brotes de amor! en esa rosa blanca, sobre mi pecho.

El silencio, es ese telón "intangible" que se l… ¿Será así de simple...?

¿Qué es ese velo que oculta tantos… ¿Esa prenda llena de misterios que… ¿Es un manto sensual y transparent… formas, colores, rizos, canas, tristezas o alegrías?

¡Abrázame! y calla. No hables, solo...

Con un suspiro, libero tantas cosas, tantas, ¡que floto!

Volando el águila sobre la inerte presa, queda solo huir. Sus garras se le acercan... ¡corre, sálvate, vive!

Septiembre, octubre, miles de hojas nos cubren. ¡LLegó el otoño!

¡En el silencio! siento el cálido arrullo de las palomas.

Ese viejo árbol que yace junto al río no puede erguirse. La corriente lo inclina pero a su raíz, ¡no!