La decepción me invade, siento mir… Nadie sabe nada, ni siquiera los m… Me dejo llevar por los que siempre… Un día más, ya sin esperar nada. Eso sí, un día más...

Cuando el instante, la casualidad o el amor se acoplan; entonces, viviremos, entonces, ¡Naceremos!

Entre las ramas, rosas blancas al viento. Luego, ¡el cielo!

En su alma simple, cuanta veracidad encierra un Haiku.

Ya sin aliento y al final del camino, ¡lluvia de abril!

La rana duerme, tranquilidad nerviosa. ¡Puede saltar!

El rayo abruma y al cesar la tormenta, ¡lloran los sauces!

Fresca y ligera te refugias del sol y del mal viento. Con tu belleza húmeda, esparces la pureza.

Canta el Jilguero en su vuelo ondulado. Son sus gorjeos tan dulces y animados que deleitan la vida.

El miedo late, golpea por doquier, escuece y arde. Irrita los sentidos, desvanece la vida.

Te di la vida y te amo como nadie. Quiero tenerte, saberte cada día, darte siempre mi abrazo.

Soñaba con conocerles les sentía muy hermosos, con anhelo de tenerles entre mis brazos ansiosos. Mi vientre oscuro y silente

Abren sus pétalos. esas flores tan tristes, "Si llora el cielo"

Ese viejo árbol que yace junto al río no puede erguirse. La corriente lo inclina pero a su raíz, ¡no!

Gracias te doy por estar presente en el día a día. Tu amistad sincera es regocijo y aliento.