Algún día padre, me darás tu mano. Y yo también,

Ya sin aliento y al final del camino, ¡lluvia de abril!

Para mí, “el paraíso” puede ser, simplemente, apoyar la cabeza

Así, se nos va la vida. Así, nos llega la muerte...

Ese viejo árbol que yace junto al río no puede erguirse. La corriente lo inclina pero a su raíz, ¡no!

Con un suspiro, libero tantas cosas, tantas, ¡que floto!

Hoy ¡al fin!, he secado una lágrim… “ la mía”

Si los sueños se pudiesen escoger y la vida fuese la manifestación de ellos, no habría por qué sufrir;

¡En el silencio! siento el cálido arrullo de las palomas.

Amo a la brisa, quiero abrazarla siempre. Mis brazos sufren en el intento y caen desolados, vacíos...

Hay cosas malas que mucho desconciertan. Mas, lo peor, solo es inevitable cuando ya ha sucedido.

Caracolillo, al verte desde lo alto, ¡cuan frágil eres!

¡Ella no sabía! que esa frustración la llevaría consigo tanto tiempo. Una inesperada y dolorosa

Las hojas secas se pierden junto al viento; ¡Adiós otoño! Y pleno de aire gélido llega el cálido invierno.

Bajo la luna, las gotas de rocío, ¿turban mi sueño?