Malaventurado de mí... Malaventuradas mis manos de las qu… malaventurada mi alma que no tiene… Malaventurados todos, mi corazón y… Hoy, impotente y mudo, invoco al e…
Hay cuervos en el puerto. Esperan con paciencia la llegada de los marineros que traen el cuerpo muerto del pescador. Murió hoy de madrugada, al apagarse las estrellas. Llevaba en su cue...
Ya de tanto amar se me ha formado… No estás para leerlo ni yo para es… pero has de saber que nomás de ext… ya tengo el corazón amarillo, sali…
Mi mente era templo para los dioses, y ante ellos yo era luz y cielo. Yo era feliz. Sin embargo, siempre muy dentro de mí, escondía mis sentimientos más tenebrosos y obscuros. Hoy no h...
Te amaba en tu lamento, en tu murmullo, en tu engaño... Te tocaba como a fruta prohibida en tu cama, en tu mesa o en la banca de un jardín...
Yo, Lilith, aire y viento, Lilith, noche de negra luna, viajera del tiempo, en eterna búsqueda de ti, Adán, de tu cuerpo, de tu espíritu y tu sangre; hay días en que siento que ya no h...
Cuando vayas a París, lleva siempre en tu equipaje cielo rosa en mis canciones, palabras azules en tu boca. Silencio en mis ojos de aluminio,
¡Ah! Infinita interjección de dol… como la cómplice más fiel de todas… más triste que ¡ay!, más sola que… como la “y” o la “o”... Qué desalm… con cuánta desesperanza emerges de…
Vete con los ojos cerrados para qu… Márchate con los puños apretados para que no se te escapen mis recu… Contén el llanto, porque estoy en… nuestro último momento que nos une…
Existe en lo más profundo de las llamas de la tierra un reino llamado Escorpio, hecho de fuego y de mantos luminosos. Allí habita Escórpora, el señor de las brasas, de cuerpo de rubí, ...
La luna de trapo se ha puesto a so… la estrella de plata ya duerme e… al ritmo del grillo, la rana y el… les cantan el gato y el viejo zapa… A la luna de queso la envuelve la…
Amanece mi alma, como si la noche la hubiese pasado en un infierno, y al mirarme en el río, me descubro los ojos lóbregos y húmedos como los del caracol; en efecto, he dormido con sueño...
Hubo una vez un día que se enamoró de la brisa del mar, quien disfrutaba de volar por entre las olas y las costas de arenas color violeta. El día la había conocido desde que él era apen...
Durante mucho tiempo fui un erotófago que navegó entre mares de hipocresía. Mi casa estaba hecha de fuego, construida en niveles subterráneos, donde sólo podían entrar, aparte de mí, la...