Parte 2
...Desperte desesperado, sediento, hambriento de ti de la poesia que tu voz compone, de tu silueta diurna que al abrir los ojos dibujaba el sol que entraba por la ventana entre cortinas de seda que envidiaban a tu piel; pero no estabas mas junto a mi estabas a millas de distancia tan lejana estabas que no pude sentirte no pude percibir ni siquiera tu perfume que amabas por que sabias que me encantaba, no pude hacerlo aunq la misma cama compartiamos..