Inspirado en YUKIO MISHIMA:
Sean tardos para airarse, que la ira nunca llega sola; trae consigo palabras filosas, heridas que ni el tiempo borra. Sean tardos para airarse,
Nombre que rescata, firme en su voz, en sus letras lleva calma y amor. Brilla en la penumbra,
Quizá llueva mañana. Quizá el río crezca y borre los pasos que ayer se hundieron en la orilla. Quizá no regrese
Poema: “Decálogo de Navidad” Género: Poesía clásica Tono: Melancólico, Reflexivo Amarás en diciembre al que nunca t… con un gesto sencillo que no busca…
En el agua dormida de la calle, donde la lluvia dejó su rastro, una sombra se asoma sin prisa, un eco de luz, un destello abstrac… Soy yo y no soy,
Mamá, eres luz brillante, como el sol en la mañana, una estrella que me guía y que nunca se apaga. Tus manos curan mis miedos,
En el café perdido del recuerdo, hallé tu sombra dibujando el vient… Mi pecho, brújula de un sentimient… se ancló en las calles de un amor… Tus risas, hojas caen en este acue…
Consentir a mamá, es un tributo a su amor infinito. En cada caricia, en cada palabra de aliento, ella ha tejido con hilos de ternura el refugio de nuestra existencia. Ella que nos dio ...
Mamá, hoy brilla más el sol, las flores bailan al viento, porque es un día especial, un día de amor y talento. Eres fuerte como un río,
En la penumbra, el susurro del vie… trae un quejido, un lamento escond… Se alzan las sombras, danzando en… bajo la luna, su brillo perdido. La noche guarda secretos de fuego,
Ahí llega mi tía Nora, con su vestido limón; y en sus manos una cesta, llena de dulce y canción. Trae cuentos de mil colores,
Busca un rincón humilde en tu mora… donde la luz del alma sea refugio, y en él coloca con manos calladas el corazón que abraza al Niño just… Toma un cielo de estrellas bien bo…
Llamó “chaparrón” al gran vendaval, y “leve tropiezo” a un golpe mortal. Le dijo “retraso”
En el borde del día se descuelga la luz, como si alguien hubiera olvidado cerrar del todo la ventana. La brisa apenas existe.
Entre capotes y sombras, en la plaza se alza el día, Valentina, la torera, como un sol resplandecía. En sus manos, seda y fuego,