Gloria dejo en memoria, y estas razones aquí, del que no llore por mí, porque me quita la gloria. Vos como maire Señora

Un sueño soñaba anoche, soñito del alma mía, soñaba con mis amores, que en mis brazos los tenía. Vi entrar señora muy blanca,

Somos cinco mil aquí en esta pequeña parte la ciudad. Somos cinco mil. ¿Cuántos somos en total en las ciudades y en todo el país?

Igualito que otros tantos de niño aprendí a sudar, no conocí las escuelas ni supe lo que es jugar. Me sacaban de la cama

Qué saco rogar al cielo si en tierra me han de enterrar, la tierra me da comida, la tierra me hace sudar. Qué saco sudando tanto,

Voy a cantar el corrido de un hombre que fue a la guerra que anduvo en la sierra herido para conquistar su tierra. Lo conocí en la batalla

Caminando, caminando voy buscando libertad, ojalá encuentre camino para seguir caminando. Es difícil encontrar

Quién me iba a decir a mí, cómo me iba a imaginar si yo no tengo un lugar en la tierra. Y mis manos son lo único que tengo

Me entregaron una pala que la ciudara pa’ mí que nunca la abandonara pa’ que la tierra regara. Despacito, despacito.

Cuando el sol se inclinaba, lo encontré, en un rancho sombrío, de Lonquén, en un rancho de pobres,

Las casitas del barrio alto con rejas y antejardín, una preciosa entrada de autos esperando un Peugeot. Hay rosadas, verdecitas,

Abre sendas por los cerros, deja su huella en el viento, el águila le da el vuelo y lo cobija el silencio. Nunca se quejo del frío,

En el valle de Pocuno donde rebota el viento del mar donde la lluvia cría los musgos vive Angelita Huenumán. Entre el mañío y los hualles

Soldado, no me dispares soldado. Yo sé que tu mano tiembla soldado, no me dispares. ¿Quién te puso las medallas?

En el río Mapocho mueren los gatos y en el medio del agua tiran los sacos, pero en las poblaciones