Menudas palabras
Se me fueron acabando los nombres,
la poesía chorreó de mi bolsillo abierto;
las plumas, con sus colores vivos, se desparramaron sobre la hoja.
Estoy, pues, bajo un cielo en el que las nubes,
heladas embarcaciones,
se han quedado suspensas a la espera
de otro puerto.
Ningún verso se levanta con heroísmo, no,
ninguno brilla más de cinco segundos para escalar el libro,
sino que todo adquiere la tonalidad opaca que deja la resignación
y el olvido
de la noche gris en los objetos.
Se me han ido las palabras
y las escucho cabalgar, vacías, sobre el polvo.
El aire raquítico se ha quedado a mi lado.
Liked or faved by...
