las seis de la mañana huelen a hie… las siete y media a café tostado r… las nueve de la mañana huelen al c… las once a la sal que llega desde… la hora del mediodía huele al perf…
Soñé que regresaba a aquella playa de arena dorada y de mar con sal convertida en nubes de algas. Que volvía a bañarme de agua que nunca antes había encontrado tan libre y fresca. Soñé ...
Venme, alégrate de verme. Regocíjate, enciéndeme el alma, préndele fuego hasta hacerla arder… Redúceme a cenizas, extermíname, Renáceme en barro, devuélveme la v…
Despertó una mañana y se hubo dado cuenta que había perdido sus recuerdos. Lloró todo el día, todas las noches y toda la vida, porque había olvidado quién era y para qué era que estaba ...
Allá, donde el rocío jamás se secó, allá dejé un poema que no terminé. Allá, donde aún chillan las aves
En estos cielos de enero que arden… se incendian las promesas. Todo vuelve a su origen natural. La voz. La nube.
El niño aguardó toda la noche ver llegar el fantasma de su madre. Esperando con ansias, deseaba decirle cuánto la extrañaba y cuán solo se sentía. Cuando al fin tocaron la puerta a mita...
—Jugaremos mientras haya sol. —¿Y durante la noche? —Contemplaremos la luna a la orill… —¿No dormiremos? —Algún día, cuando el cielo se cai…
luna y lluvia: caen gotas al cielo resplandece el sol menguante ocaso en plenilunio
Mientras todo el mundo dormía durante una noche en la que arremetió la lluvia todas sus horas, un hombre y una mujer se encontraron en mitad de la oscuridad y a mitad de la madrugada. C...
El hombre se creyó ciego toda su vida hasta que alcanzó a contemplar las estrellas por vez primera detrás de los ojos de la mujer que a partir de entonces se convirtió en el amor de su ...
Al verme en el espejo, retrocedo p… y en tus oscuros ojos, color pasad… allá voy a morir para dejar mis su… < VDL >
hay un pájaro azul enjaulado en mi corazón desea salir ser libre desea abrir las alas
nos olvidarán las flores, como también los sauces, los helechos y los tulipanes. nos borrarán del mapa las caricias del viento y nos enterrarán las rocas entre sus inmóviles cuerpos. ha...
Cuánta humedad se sentía cuando bailamos en mi cuarto el dí… para así no voltear a ver directam… del dolor que emergía de las pared… que de poco en poco se tornaban fr…