Vicky Fernandez

FOSC

tú tienes la sonrisa más triste que he visto nunca.
siempre hay algo de ti en todo lo que hago.

Todos los problemas se concentran en un silencio,
todos vienen de que no hay contigo,
y me susurra el miedo cerca del oído.
 
Nunca antes me había asustado tanto
una voz tan conocida.
 
Miedo porque sin darme nada de ti,
te estoy dando todo de mí,
(aún conociendo tu vacío)
y la gravedad me abandona cuando pasas
 
[...]
 
y me quedo en el aire
 
(mientras te miro)
 
Miedo porque he encontrado en tu forma de reír
toda la luz que siempre he querido en casa,
y ahora cada vez que te veo
no puedo evitar hacerte en mi habitación.
 
Miedo porque en cada aliento
me resbalo con las miradas
que no me ven,
porque no quieres saber quién soy,
y eso es lo que más me gusta.
 
Ahora tengo el doble,
porque sin tener nada,
te lo has llevado todo de golpe,
te has llevado las ganas,
las prisas,
la prosa,
los versos,
ahora solo queda un pedacito de mí,
y tú.
 
Pero lo que más me preocupa es que toda yo
está dejándose la piel buscando tus labios,
aunque solo sea para escucharte letras de la mano,
y así poder dormir.
 
Nunca me has dado nada y te lo agradezco,
no sé que estaría contando ahora si eso hubiera ocurrido,
puede que no quedara nada de mí,
o que existiera un “nosotras”,
pero eso nunca lo necesitaré saber.
 
A pesar de todo,
me conformo con haberte sacado a bailar cinco minutos,
en cualquier descampado donde nos conocimos.
Me conformo con verte sonreír a lo lejos,
aunque te quiera cerca,
pero al menos así
disfruto del paisaje.
 
Parece mentira que llegaras un viernes por casualidad
en un día sin ninguna expectativa
y con menos ganas,
pero es valiente pensar que jamás serás musa,
porque ya has sufrido demasiado,
y yo no quiero ser nada que no me haga trepar en tu forma de mirar.

Otras obras de Vicky Fernandez...



Arriba