—¡Eres artificial!— me digo mientras busco en lo casual, en lo orgánico, sentirme más capaz

La herida del ser, aquello que marcan las olas con sal en la cicatriz, sin salir la parca. La herida de poseer,

Golpea en las farolas boxeador escandaloso cada golpe es el olvido arremetido por las olas. En tu puño está el castigo

Niña en el tropiezo te cruzaste con la comba caíste en el enredo encerrada en su mazmorra Apretada en tu cuello

Cualquiera sea la herida en ti la besaré. Tu dolo desharé con mis lágrimas vertidas. Cualquiera sea, cualquiera,

En las llanuras del toral, tras la posada, se avista un columpio en una terraza, donde los niños juegan

Es para mí complicado dedicarte esta poesía: arte mayor la que exclamas, arte menor la mía. En danzas suena la música efímera

Callan las mentiras lo que al hambre dan cobijo. Callan y callan las mentiras Vuelven las tormentas de verdades sin incisos.

Pídanme los lirios que me muera entre tus brazos. Pídanme los lirios que proceda en el ocaso. Pídanme martirios,

Doce caras estampadas contra el as… aplastadas por la máquina, exiliadas de sus sesos, expulsadas del crepúsculo especula… que tras las trágicas láminas de a…

En su elegancia me perdí por su carisma me detuve soportaron mi desliz las emociones que contuve. Me perdí

En la ira de tus besos, me siento vivo, extasiado, porque en ti hallo el regocijo que me aclama