Las miradas también hablan y aprendiste a escuchar.
Erase una vez los techos de madera… No estábamos solas.
Nace al ponerse el sol: Bertolt y la suave caricia, Histoire d’O al placer divino. Cabernet sauvignon, merlot y malbec seducidos
Cuando el rostro desaparece y no hay en mí rastro de mujer ¿puedes tu noble hombre quitar el pegamento putrefacto que sostiene mi máscara?
Aquí estoy yo, con cuatro maletas y un montón de cajas, con las mentiras escondidas entre libros y los harapos que no se gastan por esa vieja maña de conservarlos como recuerdos vivos. ...
De todo lo ocurrido siempre odié el recuerdo, los instantes, cúmulos intensos donde todo se vuelve concreto y se desvanecen como cenizas en el tiempo. Quédate un poco más. No deseo e...
Y cuando dijo ¡Adiós! entendí cuánta envidia se tienen la vida y la muerte. Una porque no se muere y la otra porque no vive. Y cuando le veo pasar y no me saluda, yo logro hacer que esa...
Quiero soñar contigo, hasta que tu llanto se anide en mi pecho y tu voz grite mi nombre sin rencor alguno. Quiero acunar tu cuerpo y devolverle a la caricia su poder de abrazo. Quiero d...
El cuerpo está cansado. Suena la primera campana en el reloj. El primer sorbo resulta ser el más amargo, como si el peso de la muerte se sintiera desde el primer dilatamiento de pupila ...
Al empezar en la escritura e intentar no morir en el intento sepa que de entrada usted ya está muerto. Empieza con manías en el oficio. Lo primero que hace es escribir versos de amor cu...
Al otro lado, un cuerpo cálido, un mar tejido en seda. la blanca textura mira, Se miran
En el vértigo de la inconstante vi… La marea viene y va. Nos respira alma Nos respira olvido Nos respira tristeza
Me di cuenta de la libertad que poseo al comprender que estoy condenada a decidir; aún sabiendo que no poseo esencia alguna. Lo curioso es cuando pienso que encadeno la libertad al dec...
Ayer, te amé, lo juro. En este basto mundo de posibilidad… Por un instante fuiste el alma que… Y ahora que te vas, tengo miedo d… Ahora bien, ahora, ese lugar incie…
Elizabeth no necesita su vida, ni siquiera cartas con frases de "amor", ella necesita los lugares que sola alguna vez camina, necesita los aromas que habitan en su mente, los rincones y...
“ La noche... Tus ojos... Un poco de Schumann... Y mis manos llenas de tu corazón.” Se han visto liebres vestir y desvestir cuerpos, almas, objetos. Se las ha visto también estáticas ...