Sylvia Andrade Manjarrés

Maravilloso.

A ti

Caminando.. dando rumbo a cada paso, sentí como el viento me desnudaba poco a poco, mientras se entumecían mis piernas, mientras en mi mente pasaban momentos, momentos como el de hoy, que casi no sentí tus labios, momentos sin sentido, momentos con un fin, momentos que tu y yo contemplamos, momentos vacíos, momentos que me llenan tanto, pero siempre quedan ganas, ganas de más, ganas de tumbarnos a contemplar el cielo repleto de estrellas unidas entre ellas para escribir la palabra libertad, unida de la palabra amor, seguido de los sueños, seguido de la esperanza y el final, tus labios, aquellos que con sólo sentirlos, infinidad de delirios da, infinidad de sonrisas silenciosas, infinidad de lagrímas de incredibilidad, de felicidad inimaginada, tal  vez fuese mi imaginación, cualquiera que sientiese lo mismo no existiría.
Segui las voces que provenían de mi mente, senti cosquillas, nacio una sonrisa y en ella naciste tú. Se da vuelta. Ya no está. Recuerda que mañana lo verá. Piensa y quiere complacer. Avanza. Cerre los ojos, y el viento se fué, ahora solo quedaba aquella brisa que bastaba para recordar tu olor, no paré. Seguí. De echo, me encantaba esa sensación, sesentía  como si estuvieses aquí, conmigo otra vez. Por unos minutos, mientras miraba como te dabas vuelta, disfrute eso que quería disfrutar. El vaivén de los desacuerdos, las risas rompiendo el silencio, labios tibios que expresan amor, confortabilidad. Sin fin. Sin fin de alegrías, sin fin de sonrisas, sin fin de sensaciones, sin fin de suspiros, sin fin de pensamientos oprimidos, sin fin de ganas, sin fin de mariposas, sin fin de encantos, sin fin de tu calor, sin fin, sin fin.

El sonido del reloj cada 37 minutos, el ruido de la nevera, las voces de mi mama, de ella.. mi hermana, mi gato, sonidos de películas lentas, alteración, conflicto, discución, silencio, incomodidad, conversación, tranquilidad, tranquilidad-paz, paz-amor, amor-calor, calor-sueños, sueños-esperanza, esperanza-vida, vida-paraíso. El silencio de la noche recuerda tu ausencia, pero el cantar de los pajaros trae tu aroma. Cerrar los ojos para imaginarte, mirar al cielo para sentirte, mirarte para no poder describirlo. Se bloquea mi mente. Me tiemblan las manos. no es muy notable. Sintiendo el viento a mi favor, trae pedacitos de ti, siguiendo el camino, me trae hasta ti, subiendo la montaña, me trae buenavista. Otra vez. Noche, ojos cansados, dolor de espalda, cansancio, un respiro, tomo aire.. sueño.. vivo.. frío penetrando mi cuerpo, viento regalandome libertad, libertad mejor disfrutada a tu lado, tan bonita sensación. Abro los ojos una mañana más, a mi mente viene todo esto, y susurro un: 'gracias’. En mi mente un: 'maravilloso’.

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