Devorando promesas y amaneceres sin direccion,
se oculta en la noche espectral un corazón ahogado por las lagrimas que no brotan,
saturado de ansiedad, bebiendo a tragos la incertidumbre, sediento de respuestas,
mirada que gime en la libertad inventada de desigualdasd ignorada,
y en la ilógica lógica de tu sonrisa artificial, pasean tus miedos,
mientras percibes esa voz por dentro recitando recónditos tormentos,
palabras crucificadas por el tiempo, que triunfantes te atrapan.