Un alma
lapidada en la noche evanescente
una risa opaca
detrás de una mirada plena
Tantas lágrimas como gotas
derramaron las nubes
cuando viste desaparecer
esa ilusión de nada
¿Quién puede quedarse hasta el final?
ver la desgracia
de un atardecer infinito
el señuelo del pasado
memoria.
Nada más que tu soledad
te ha dejado la locura
de aceptar tu libertad
La conciencia es tu prisión
látigo de tu esencia
añoranza de aquel vacío
sutil
absurda
carencia
de lo vivo.
Una palabra
sin cuidado y sin lugar
busca hacerse un rincón en tu voz
grita
eterna y desgarrada
No podrás decir que nada te ha atrapado
nunca volverás a ver la luz
sin antes ver el anochecer.
Gris álvarez
5yBuen poema, me gustó mucho.