Preparación aún cuando no soy lo suficientemente fuerte
miedo a la muerte
Temes por tu vida escuchando viejas leyendas
sé que quieres poseer a las hadas
volviendo a los inicios de los muertos
terminas temiendo tus actos
¿Recuerdas ese cuchillo?
Fuiste tu quien lo mato
clavando lentamente, poca tortura
en tu cabeza el escenario de la estatua
Recuerda la sangre goteando
esos cuerpos sangrando
ahora te traumatizas
cuando los hiciste trizas
Piensas en tus pecados
recogidos
los pedazos de corazón roto
un arañazo
un esbozo inimaginado
una sentencia a muerte en miles de fragmentos
¿Viste sus rostros al morir?
¿quemas los cadáveres o los hicisteis hervir?
Se quien cometió tal acto impuro
—¡Tu no debes saber, ni perecer, ni pecar, ni continuar!
—Viviendo en la ignorancia por poder admirar—susurro con el rostro escondido
—Eliges tu muerte ante la prioridad—gritas con falso terror el los ojos ocultos
—No me mientas, no me utilices, no me partas
—Pues no te entrometas
Tras aquellas palabras ya no te volví a ver
ni a soñar
ni a perder
leí de tu huida, hacía un pasado de pastar
Creí que eras más humilde
más admirado
más ambicionado
menos codiciado
De nuevo me equivoque
y ahora pago tus hazañas
que persisten en mi
que me arañan
y me queman