Me decía que sería un secreto, yo con cinco deseos de cristal. Enredaderas saliéndome del cuello creyendo que era muy normal, que era bueno aún cuando
Si al conocerte hubiera sabido de los mil inviernos que me acecha… Si me hubieras dicho que al final de tu “siempre” hay u… Con tus pies viendo a la vida de t…
Zapatos de algodón Con sombreros esponjosos, Sombras rojas en noviembre, Barriletes navegando, Rutas sin señalización
Se quedaron en la gaveta Para que nadie las leyera, No eran cartas Eran sentencias. Cada carta tenía
Ya te puedes ir, con tus silencios… con tus culpas y tus avisos verdes… No tienes que regresar, no me debe… Tu esencia de mis sueños no se esc… no porque yo quiera, ella firmó su…
La única chispa entre tanta maleza podría crecer e incendiarlo todo, pero no lo hará porque no es solo fuego, es luz. No son los mismos lugares,
Lo que nadie sabe El nombre que me niega La sonrisa que no alcanza El cabello que no crece La oración sin punto
No me había descubierto hablando tanto de mí. No sabía que podía angustiarme si el tiempo pasaba lento y no sabía de vos.
Después de atizar las sábanas con… debajo del cuarto menguante me levanto de la cama y mi espalda es el camino. Giro mi cuello y te veo,
Hoy le presté más atención a la noche y al cielo: estaban nublados igual que yo.
Yo soy la verdugo y llevo el dolor porque en mi cuello siempre hay una soga. Serán tus lágrimas
Orillándome a la parte gris del pa… nadie va a salvarme; ni mis libros, ni tus ojos, ni mis lágrimas de lástima por mí. Debí saberlo;
Quizás después de mil años nos veamos las heridas, espero que cerradas. Una que otra abierta para que no se nos olvide sentir.
Sus labios sabor a sal me parecieron dulces cuando introduje mi lengua en su boca para juguetear con la suya.
Morir, morir de mí, morir de injusticia, morir de incredulidad, morir de angustia. Morir de nunca ver