No recuerdo, qué tan loco fue, darme cuenta que te amaba.
No recuerdo cómo, ni cuándo.
Solo sé que aquel día, inclinando la cabeza
y mirando a tus ojos sonreír, pensaba, “¿qué?”.
Mi indiscreto seño cuestionador, una vez más frunciéndose, para ti.
Y sonrieron también tus labios, como quien lo sabe todo...
No recuerdo cuántas veces te negué una cita,
ni cuántas te miré a escondidas, de reojo. Solo dije, bueno,
quien arriesga no soy yo. Y es irónico, pues hoy te escribo y canto
vociferando a puro grito mi amor… por ti.
No recuerdo con detalle, porque tengo llena de pica pica la cabeza
y mi bonita mala memoria (que no se olvida de ti) también.
Pareciera que andan de fiesta... y repito.
No recuerdo que tan loco fue, darme cuenta que te amaba.
Solo sé, que para mi amor nunca serás,
esa “persona equivocada".
Soph.