De «Disentir de las paredes en blanco»
por favor, siéntese usted para pod… y sin riesgo de desmayo porque hoy… el día internacional de los derech… sí, con confianza, ríase usted de… que no saben que los humanos son l…
Huecos en la casa bolsas de alimento vacías manuscritos llenos.
—¿Qué libros me recomiendas leer? —Todos.
Colores blandiendo la espada de la… Convites acuosos desde el fervor i… Visitas empíricas e inusitadas par… Cubrimiento de primer nivel de las… Insectos demorados en la barra del…
—¡Mira, una estrella fugaz! —¿Qué pasa con las estrellas fugac… —Que se debe pedir un deseo. —Ah… —¡Pídelo!
esto no sufre de poesía
animal de siete cuerpos contaminad… derrotados por la pérdida de sí mi… ojalá haya guardado en un cajón fo… y todas las pruebas de sus triunfo… para cuando sus hijos crezcan
Ser poeta en esta época (en esta vida, en esta era) no tiene mérito alguno (cualquiera podría, a muchos les t… ni don ni gracia
Los pájaros no salen a volar porque sí.
No tengo dónde anidar el mundo es cada vez más plano.
de mí cuelga una gota
Aunque sean molinos son gigantes,… Sé de lo que me habla siempre que…
Por fin lo descubrí: el mundo es una ruleta rusa, y nosotros la bala.
No importa cuántas horas pasen entre poema y poema. La poesía no sabe leer el reloj.
La enemiga defunción te invita, pero no asistas a esa fiesta. Vete pronto a tu lejana villa, roe un árbol, dale una semilla.