A mi boca distante...
le gusta recorrer tu cuello profundo
y degustar ese instante lento
al cual la pasión,
supo acoge con ambas manos frías.
A mi boca distante...
le gusta mimar tus mejillas humildes
de rostro nebuloso y pensamiento absoluto.
A mi boca distante...
le gusta padecer del recuerdo
de tu piel acaramelada
en mi labios cobrizos,
y que de ellas resalten
las gotas del camino silencioso
al cual fui cobijando.