Ser yo
es una gran contradicción
es rechazar la violencia con violencia,
es la insistencia de mantener la resistencia
y asumir mi política presencia.
Ser masculino
y emplumado
ambiguo
vivir idealizado.
Soy más grande
por dentro que por fuera
pero tengo la altura suficiente
para asumir mi desequilibrio.
Me quiero tanto
que a veces dudo que lo haga
necesito que me ayuden
para poder abrazarme.
No soy comercial.
Soy un ser social.
Cuando estoy solo me pongo mal.
Es entre la gente y lo comunal
que se politiza mi sentipensar.
Ya llegué a ser quien soy
alguien que se levantó del dolor
que a sí mismo se descubrió tardón
y a regañadientes aceptó que su amor
sea un arco iris multicolor.
Más que de un beso no puedo hablar
y aunque creo que soy pansexual
lo mismo puedo ser asexual
no he tenido la oportunidad
de ese enigma descifrar.
Así, en solitario,
procuro momentos de paz.
Soy mi cuerpo
mi deseo
mi mano
mi orgasmo
mi compañero.
Un cúmulo
de pensamientos,
palabras,
obras y omisiones.
Por mi culpa o sin culpa
aunque
poco a poco
noche tras día vaya muriendo
sigo siendo yo
un orgulloso marikón.