Del libro Aquí no duele -50 poemas-, Buenos Aires, Ed. Vinciguerra, 2010
Luminosa asume los abismos a la sombra del miedo deshace su trama pasajera de viaje redondo ya calla suburbios.
Cemento vivo superpuesto sobre cemento y roca amalgama de cultura de películas conformadoras del espíritu de una… entre rostros de mil razas.
Estudien la vida de las cucarachas sabiendo cómo son salvarán el planeta. Son sobrevivientes natas saben intuyen la presencia del otr…
Toda la vida a la espera y sin saberlo. Y basta un soplo color aire apenas un leve movimiento de péndu… antes de su caída enramada
Debo partir desnuda hacia las cóncavas tierras muda de dolor la mirada hundida.
Desde siempre amo la noche ese estar fuera del tiempo muda oscilación memoria de la certeza de la luz de mañana
Sobre las colinas el destierro irremediable del hombre. Solo sin viñedos
Cada uno busca en su camino el aleteo del otro la mirada murmurante la impiadosa ilusión. Sin parpadear encuentra
Es lo que se posterga me digo tiempo desértico de vida lo que va estructurando el espacio del avance de la noche.
Qué extraña condena es el alma curioso el dolor allí sutil punzante intangible y no poder atreverse siquiera a de… los llantos de un infinito día que…
Tal vez alba rocosa de caníbal tristeza de andar desandando distancias decretando nuevos rayos de soles fabricando otros abismos.
Porque es simple todo es búsqueda. Desde la apariencia matriz a la angustia ovillada que no se da cuenta
Obra de arte es poder ver este cielo estrellado del Hemisferio Sur. Mientras gira giro tratando de entender
Todo está inmóvil esperando. La tierra adquiere aérea pasividad los hombres
Y sobre él juego de círculos la mismidad del claroscuro disperso soplo de sal dibujado en la arena.