cuando te conocí
sentí como un fervor
que me hizo creyente
los milagros existen
y cuando me miraste
después de haberte esperado un siglo
caí en la cuenta de lo vulnerable que soy
y me dispuse a vivir
a tu sombra sin parecerlo
Me hice cuentas
monté estrategias de asedio
medí los tiempos
y calcule la distancia mas conveniente
Al principio esperé con frugacidad
el tiempo de volver a verte
todos los días
una vez cada semana...
Ahora el tiempo no se detiene, desbocado, veloz
los meses pasan y mirando como pasa la vida
me detengo en cada esquina por si a la vuelta
me encontrara con la alegría de verte de nuevo.