A veces la vida nos puede enseñar, que no importa cuanto puedas amar, si tu manera de amar es intensa puedes romper ilusiones y sentimientos de la persona a la cual le demuestras tu amor.
Podría empezar diciendo que han pasado días los cuales trato de no pensar ni acordarme de su nombre, trato de no mirar para evitar que en mi cabeza revolotee tú nombre, inclusive a veces intento no escuchar ciertos generos musicales, para que mi mente no me traicione.
Pero como todo, hay veces que mi mente me juega muy sucio, me lleva a la realidad de ese silencio, que ya a estas alturas no se quien fue quien lo inicio, me alejaste cuando más cerca te sentía, te alejaste cuando más quería de ti, no comprendiste todo lo que te habia dicho, de las cosas que no me gustaban o las cosas que no tranzaba, una de ellas era mi estabilidad, siempre me he sentido una mujer libre, yo creo que eso fue lo que te gusto de mi, la libertad me hace brillar, pero si me cuestionas o me haces sentir mal, mi metodo de defensa es alejarme, lo más lejos posible y sin hacer ruidos.
Me duele un poco la ausencia de tus palabras, el vacio de tu mirada, no poder contemplarte, asi sea a lo lejos, a veces siento que esto pudo ser mentira, pero también se que fue real, porque duele y si, esa es la manera que se que si sucedio esto que nos paso.
¿Me pregunto; estará bien esto que actualmente estamos viviendo, no me refiero a una aventura, me refiero a nuestras ausencias?
No se que haré si te vuelvo a ver, pero lo que si puedo decir es que tengo una mascara llena de sonrisas pero mis ojos cuentan otra historia y mi mente no para preguntar si te veré nuevamente y que pasara con nuestra historia.
Solo decir te extraño, aunque no vaya a cambiar nada de lo que ha pasado.