LXXVII
Maldito sea el duende que no tengo,
el hiato que encontró san Cucufato,
la orgía que agoniza cuando vengo,
la letra pequeñita del contrato,
los australopitecus arrogantes,
los académicos de la impostura,
los tesoreros de los traficantes,
los mamporreros de la infracultura,
los envidiosos bienintencionados,
los críticos que quieren ser artistas,
el lacre de sagrarios profanados.
Maldito seas, ciao, fuera, vete,
la caspa del champú de las revistas,
la pus enmascarada de azulete.