LXXI
Maldita sea el alma desalmada
de quien tizna el idioma en cada verso,
el zumo de carcoma congelada,
las vírgenes de Lourdes del Inserso.
Maldita sea España con verrugas,
la infame Malasaña– Malasombra,
el sol que te aplicó la ley de fugas,
el traidor inconfeso que te nombra.
Malditos sean los daños a terceros,
las once de los doce de febreros,
al nudo de la soga que nos atas,
las puertas de portales sin salida,
los pianos mellados de la vida,
las uñas de los ojos de las gatas.