Joaquín Sabina

Ganas de

Hierven los clubs y los adolescentes
comen pastillas de colores.
Harto de mal vivir el siglo veinte
muere de mal de amores.
 
Los hechiceros de la tribu resucitan
para invertir en mis pecados
y hacen los traficantes de estampitas
su agosto en el supermercado.
 
Y la mentira vale más que la verdad
y la verdad es un castillo de arena
y por las autopistas de la libertad
nadie se atreve a conducir sin cadenas.
 
Y yo me muero de
ganas de decirte que
me muero de
ganas de decirte que te quiero.
 
Y que no quiero que venga el destino a vengarse de mí
y que prefiero la guerra contigo al invierno sin ti.
 
Cada mañana salto de la cama
pisando arenas movedizas,
cuesta vivir cuando lo que se ama
se llena de ceniza.
 
Y por las calles vaga solo el corazón
sin un mal beso que llevarse a la boca
y sopla el viento frío de la humillación
envileciendo cada cuerpo que toca.
 
Y yo me muero de
ganas de decirte que
me muero de
ganas de decirte que
me muero de
ganas de decirte
que me muero de
ganas de decirte que
que te quiero.
 
Y que no quiero que venga el destino a vengarse de mí
y que prefiero la guerra contigo al invierno sin ti.
 
Y yo me muero de
ganas de decirte que
me muero de
ganas de decirte que
me muero de
ganas de decirte
que me muero de
ganas de decirte que
que te quiero.
 
Y que no quiero que venga el destino a vengarse de mí
y que prefiero la guerra contigo al invierno sin ti.
 
Y que no quiero que venga el destino a vengarse de mí
y que prefiero la guerra contigo al invierno sin ti.
 
Y que no quiero que venga el destino a vengarse de mí...
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