En cuestiones de amor, he sido ingenua. Los raspones de rodillas sanan, siempre. Desde el sillón, la escalera
Aún en el recóndito, trágico, vil. inhumano, frío espacio pequeño en que todo parece desdichado. y la secuencia de todos los suspir… se esparcen en el suelo húmedo
No soy la muñeca fitness, ni que usa altos los zapatos puedo dormir hasta mañana y llegar tarde a todos lados. A veces, hubiera preferido
Tengo un poco de soledad, que Dios viste de horizonte, y adormece con milagros, el espíritu preciso, del poema. María Cayo.
No sé como responder a una pregunta simple. Tampoco a una compleja. Ignoro que se dice ante una pintura famosa, la veo con desánimo. Las palabras son rugosas como un peñasco o un maulli...
No importa que no sea nada para ti, para esta gripe, soy una celebridad. El puerto de sus angustias, su habitación amada, la inspiración. En cada estornudo, me voy olvidando de tus ojos...
Era un viaje extraño, mis pupilas dilatadas observaban cada gota: de sangre y de agua. Y caminé por dentro,
El solemne vuelo del que huye el s… la realidad tallada de pasado, de… y esparcir la noche en la nada, si… allí, donde se origina lo que no t… María Cayo.
Hace varios otoños, que solté el único globo lleno de aire y suspiros que quedaba en mi mano. Se perdía suave y dócil
Habrá un día que aparezca, con un mínimo de fe y certeza, cuando en las húmedas manos desaparezca la esperanza se alargará el brillo de la luna y
Los árboles, parecen muertos sin voz, ni tiempo ni calma. se mueven al compás del viento, son las tumbas de los pájaros sus ramas vacías, dibujan verdes
Es la hora del frío, tejo caricias de hilo fino y caliento mis manos, para que sean bufanda en tu cuello.
Resérvame un instante enlazado a tus piernas maduras, callemos el vacío de tu casa observaremos la mañana tan desnuda de soledad..
No hay una solución: el que ama, pierde no hay forma de evitarlo, de seguir intacto... La parte racional
Todo en silencio, se desangra la noche con el aroma dulce de la luna distante. Fumo, pienso,