¡No! No ha nacido para amar, sin… ni tampoco ha nacido para odiar, ya que el amor y el odio han lasti… su corazón de una manera igual. Como la dura roca

Su ciega y loca fantasía corrió ar… tal como arrastra las arenas el hu… Y cual halcón que cae herido en la… cayó en el cieno de la vida, rotas… Mas aun sin alas cree o sueña que…

Tras de inútil fatiga, que mis fue… caigo en la senda amiga, donde una… siempre serena y pura, y con mirada incierta, busco por l… no sé qué sombra vana o qué espera…

Una tarde de abril, en que la tenu… llovizna triste humedecía en silen… de las desiertas calles las baldos… mientras en los espacios resonaban las campanas con lentas vibracione…

Dicen que no hablan las plantas, n… Ni el onda con sus rumores, ni con… Lo dicen, pero no es cierto, pues… De mí murmuran y exclaman: —Ahí va la loca soñando

En las riberas vagando de la mar, las verdes olas mira Argelina y contando las horas que van pasando vierte lágrimas a solas.

De este mundo en la comedia eterna, vienen y van bajo un mismo velo envueltas la mentira y la verdad; por eso al verlas el hombre

Los unos altísimos, los otros menores, con su eterno verdor y frescura, que inspira a las almas agrestes canciones,

Sedientas las arenas, en la playa sienten del sol los besos abrasado… y no lejos, las ondas, siempre fre… ruedan pausadamente murmurando. Pobres arenas, de mi suerte imagen…

Con ese orgullo de la honrada y tr… miseria resignada a sus tormentos, la virgen pobre su canción entona en el mísero y lóbrego aposento, y allí otra voz murmura al mismo t…

Al oír las canciones que en otro tiempo oía, del fondo en donde duermen mis pas… el sueño de la nada, pienso que se alza irónica y sombr…

Si al festín de los dioses llegas… ya del néctar celeste que rebosó en las ánforas divinas sólo, alma triste, encontrarás las… Mas aun así de su amargor dulcísim…

Yo las amo, yo las oigo cual oigo el rumor del viento, el murmurar de la fuente o el balido del cordero. Como los pájaros, ellas,

Hora tras hora, día tras día, Entre el cielo y la tierra que que… Eternos vigías, Como torrente que se despeña Pasa la vida.

Otra vez, tras la lucha que rinde y la incertidumbre amarga del viajero que errante no sabe dónde dormirá mañana, en sus lares primitivos